Me voy a adelantar al futuro de esta historia, me saltaré los pasos, me iré a Tulum, de pronto, sin preguntarle a nadie, a verme con ella, para saber si existe… La conocí en Vegas, y quiero que venga a mi mundo, justo a Medellín, pero no va aser facil… Este libro ARDE
Capítulo 1.
Ayuda, le está dando un infarto!!!
Gritó la señora de la otra fila en mi vuelo con destino a Ciudad de México justo antes de despegar, su esposo estaba en medio de un ataque al corazón, estaba paralizado, con los ojos idos a otro mundo, yo podía creer que lo vería morir antes del amanecer en el puesto 11B ese nueve de enero, tres días antes de empezar este libro.
- Un Doctor, hay un médico en avión?
Desde que llegué al aeropuerto Jose Maria Cordoba esa mañana a la madrugada me quedé analizando durante casi una hora la mujer de al frente de mi en la fila de inmigración, una rubia de unos 35 años de edad con medio rostro cubierto por el tapabocas, con el pelo finamente cuidado y organizado, con unos zapatos ligeros, pero que pasaron la prueba en mi extraño fetiche por los pies, la misma que apareció en medio de la gente en torno al señor del infarto, gritó y dijo:
- Necesito espacio, despejen la zona, soy médico, vamos a extenderlo en las sillas, posiblemente si se trate de un infarto.
Esa mujer reaccionó con tanto carácter en medio de la gente, sujetó al señor por los pies, le agarro luego la cabeza y sujetándolo con fuerza le tomaba el pulso. Le decía: Quédate conmigo, respira, respira. Yo a solo un metro, quedé paralizado por la forma como esa mujer hacia su trabajo, que en este caso no sería pago, como era su voz en medio de esa emergencia, como se quitó el tapabocas y pude conocer sus labios. A los pocos minutos los paramédicos llegaron, entre tres sacaron al mexicano y su esposa detrás en medio de llantos, pero con vida. El vuelo se demoró una hora mas en partir mientras sacaban sus maletas, pero se alzó en vuelo y ella, la doctora se sentó justo junto a mi, pero por alguna razón no fui capaz de decir una sola palabra, porque no quería que de mi boca saliera un chiste tonto, porque realmente me había impactado lo que hizo, así que preferí dejarlo asi, sin palabras.
El vuelo despega, me toca ventana, saco mi cámara y grabo las estrellas.
No hay comida en este vuelo, voy directo a Los Angeles a la alfombra roja de los premios del porno de Xbiz, como los Oscar, pero del mundo adulto. En medio del vuelo una chica se desmaya y la tripulación acude de nuevo a la única doctora del vuelo, la chica al lado mio, ella se despierta, deja su teléfono en el asiento y se va tres filas atrás para tomarle el pulso y atender la chica que esta ida totalmente mientras su madre grita, es un vuelo de locos, pero yo estoy totalmente en calma, con música de piano en mis audífonos y volteo a mirar el teléfono de la doctora y en el descansa pantalla esta ella sonriendo mientras abraza su chico y pienso, que fortuna para el, tener quien lo salve cuando su corazón entra en caos, cuando se quiere morir, cuando está a punto de irse al mas allá, ella lo trae al mas acá, bien sea con sus ojos penetrantes o con sus técnicas de reanimación.
Ahí estoy de nuevo, imaginándome enamorado de una extraña, inventando historias como que podía ser yo el del ataque al corazón y ella me salva para luego venir a rompérmelo de nuevo, ahí estoy de nuevo camino a una feria porno enamorado y despechado porque hace un día mi ex me pidió el encarecido favor de no volverle a escribir nunca mas, mucho menos en madrugada, ahí está de nuevo el pornógrafo enamorado que decide hacer una novela en las Vegas, ahí va a la carga un hombre que se enamora dándole la vuelta a la cuadra en una historia arqueológica de recolección de pedazos y fragmentos de mujeres para reconstruir la que no existe, ahí va Cristian Cipriani.
Llego a Inmigración mexicana, escala para luego tomar otro vuelo a Los Angeles, quedarme dos noches y luego otras cuatro en las Vegas, todo resulta salir normal, ese camino lo conozco, creo que es mi vez número 14 o 15 en la ciudad del pecado.
En cuanto estoy en otro vuelo caigo totalmente dormido, con la cabeza a un lado, el cuello torcido, el tapabocas al revés, el amanecer en mi mejilla y las barbas en mi barba hasta que escucho, bienvenidos a los Angeles.
No me puedo creer que empiezo el libro con ella, con la doctora que no conozco, pero que seguro es de Medellín y algún día la veo de nuevo, así sea para saber su nombre, como con Lina, mi odontóloga que tiene pecas en las tetas y si me diera el si, me caso sin capitulaciones.
Contengo la respiración, estoy vapeando dentro del avión sin que las autoridades se den cuenta, voy soltando el aire poco a poco y cuando es mi turno salgo disparado a la fila de inmigración del aeropuerto.
What is your occupation Mister Cipriani? – Im a writer
No pierdo un Segundo, no tuve problemas esta vez, el tapabocas cubre mi larga barba, ya no luzco tan árabe, tomo un Uber y me arroja en un lujoso hotel a tan solo dos cuadras del centro de eventos Hollywood Palladium donde serán los Xbiz, los oscar del porno, la noche mas esperadas por la gente de la industria luego de dos años de locura pandémica. Esta vez estoy completamente solo, inclusive mi socio salió positivo para covid y no pudo viajar, a mi jefa en Canada le cerraron las fronteras de nuevo y yo simplemente estoy solo desde que terminé con Alexa, igual ella no tenía visa, se la han negado tres veces, mientras que Angélica esa misma semana me dejó plantado a una cena romántica a la que le invité y de Andrea, la mamá de mis hijas no quiero ni hablar porque solo es para problemas.
Llego al hotel, me cargan la habitación a la tarjeta de crédito, son dos millones de pesos cada noche y pienso, Dios mio, que no valemos nada en Colombia?
Pasan tres horas y media, estoy sentado viendo un atarceder en mi ventana en un lujoso hotel en Los Angeles, preparándome para una de las noches mas importantes de mi carrera de 18 años en el porno, escucho Just the way you are en piano conectado a mi speaker que nunca dejo en casa y plancho una camisa blanca de magas largas para llegar perfecto e impecable al show. Me parece absurdamente romántico ese instante, estar solo es extraño para mi, porque siempre estuve con alguien a mi lado, en cada vuelo, cada viaje, cada negocio y esta vez estoy solo y no se como sentirme, es un extraño sentimiento entre profunda felicidad y plenitud pero al tiempo una dosis de melancolía intensa porque no puedo borrar los momentos con ella, con quien exactamente no lo se, con ella, con ellas, con todas o con ninguna, con las que conozco bien pero también con las que creo que existen pero no, con los fragmentos de la doctora que salvó al señor del infarto, con Angélica en Cartagena haciendo el amor con LSD, con la espalda de Alexa dormida, con las uñas rojas de Andrea, con la voz de Dina en Bielorusa, con las manos de Carolina una vez al año, con la locura de Liz en Santa Elena, con la mística de Aleja, con la magia de July, con la terquedad de Eli, con quien? Con Sofía mi primer amor, con Natalia.
Fuck!!!! Estoy confundido con toda esta mierda, mientras mas porno hago, mas sensible y romántico me he vuelto, creo que me voy a volver loco. Porque mierda tengo ganas de llorar todo el tiempo, porque estoy hipersensible? Por las drogas? El Licor? La falta de sexo? Porque ya no puedo tener sexo sin estar enamorado, así que cada vez que salto al vacío para estar con una chica se me complica mas esta historia, porque no me basta lo carnal, porque tengo que ir debajo de las capas, porque tengo que hacer una novela cuando tengo dos libros en la imprenta, porque cada vez estoy mas loco? Esta podría ser la historia, la quinta, en los toros se dice que no hay quinto malo. Respiro, me baño, me largo.
Acomodo mi corbata siempre negra, me pongo mis nuevos zapatos de gala, todo el traje es nuevo, la camisa está planchada y lista en el piso 14 del Kimpton hotel en el sunset Street, me roció loción, me peino la barba, le doy gracias a Dios y bajo al lobby del hotel a la noche mas importante de mi historia en el porno.
Estoy mas flaco que nunca en mi vida, estoy adicto al trabajo, duermo de día, trabajo de noche, he creado mi nueva empresa, Quianon luego de terminar con Alexa, esta vez sin sociedades, totalmente mía, así que simplemente estoy obsesionado con triunfar, típico de un eneatipo 3, eficiente que cubre sus inseguridades en sus logros, en fin, tengo un desorden alimenticio y adicto al licor que no come nunca sano y tiene un trauma con el gim, en fin, esta vez en Vegas decidí volver a la cordura en el lugar menos adecuado para eso.
Camino lento pero seguro por la avenida que lleva al Palladium según mi teléfono, son las 5:30 de la tarde, siempre puntual a una gala de alfombra roja, siempre a tiempo para cosas de trabajo.
Abro mi Instagram: – Es bella esta ciudad, desde LA en Hollywood, Cristian Cipriani reportando a pocas horas de los premios mas esperados del año.
Tengo señal y datos móbiles, es una maravilla, seguro que es útil en America del norte, como también una buena tarjeta de crédito.
Bordeo el parqueadero del Palladium, soy de los primeros en llegar y voy tras alguien de la organización para registrarme.
- Moe!!!! How are you? Are me, Cipriani from Colombia.
De inmediato revisan la lista, sacan un sobre y me entregan 11 entradas, pero solo yo pude llegar en tiempos de covid. Saco mi vap, saco la gopro y espero en un esquina pasando desapercibido.
Este año ha sido muy especial, una pandemia todavía muestra que quiere aniquilarnos por completo, la estructura y la forma de hacer negocios ha cambiado por completo, sobre todo el porno, que con esta locura ha tenido especial participación, nunca antes habíamos vendido tanto dinero en contenido adulto, como tampoco antes habíamos reclutado y entrenado tantas mujeres como ahora. Yo tengo mi propia empresa de producción de contenidos, pero especialmente brindo servicios a una compañía en Canada la cual tiene una plataforma de venta de videos, en especial adultos, así que diariamente mi equipo y yo atendemos una modelo por día de forma presencial y por lo menos unas 10 en video llamada. Darme cuenta hace un año que todo se iba directo a la mierda, sumado a que ando en proceso de maduración me dio una óptica distinta frente a las mujeres, esta vez de una forma mas espiritual, mas romántica, elegante y distinguida, con un término ahora muy famoso pero que solo tuve que aprender a hacer para mi trabajo: Empoderar Mujeres, DEMASIADAS MUJERES ( la canción )
Son las 6:30 de la tarde, empiezan a llegar cientos de fotógrafos, todos con panza, pero cada uno con una cámara mas grande que el otro, los veo registrarse y luego se alinean en la alfombra roja tras kilos de luces y al fondo veo el logo de la compañía canadiense para la que trabajo, somos patrocinadores oficiales, así que tengo puestos privilegiados en la mejor mesa de la noche. Perdí la cuenta de cuantas actrices porno famosas habían en la fila, pero recuerdo bien a Kayden Kross y Manuel Ferrara agarrarse de la mano y caminar con altura en medio de la multitud, se daban besos, sonreían, posaban a solo metros de mi. Yo mientras tanto me sentía muy guapo esa noche y lentamente fui dejándome fotografías y entrevistar en ingles por toda la fila de periodistas hasta llegar a la entrada principal.
Cipriani, from Columbia!!!!
Sorry, its not Columbia its Colombia, le dije al periodista de fashion TV que me entrevistó y me preguntó quien era mi diseñador y le dije: Zara, quien mas va a ser
Me emocioné, para mi era como un sueño, veía las luces de la avenida mas famosa de Hollywood al fondo, estaba ahí posando en medio de lo mejor de lo mejor del mundo del porno luego de 18 años de trabajo duro, revisaba mi teléfono y cientos de desconocidas de mis redes me escribían en medio de mis historias para decirme:
Te lo mereces Cris, eres un crack
Lindo, te ves muy guapo esta noche
Todas menos las que amé, todas menos de la que me enamoré, la última a la que de verdad le hice el amor, todas menos la mamá de mis hijas a la que le ayudé a cerrar su último contrato o de la mujer con la que viví una pandemia perfecta en casa. En fin, entré por la gran puerta del Palladium y me serví un GinTonic al instante en la barra.
A la mierda con todo, a la mierda con esta puta enfermedad que tengo de amar tan intensamente que no se me despega su olor, el sabor de su espalda, su vagina con el corte de pelos púbicos como me vuelve loco, demasiadas mujeres, demasiado amor desbordado para intentar regular mi cabeza loca, que no para de trabajar y de querer siempre mas.
Todavía oliendo a la loción nueva que me traje a Los Angeles, me registraron de primero como principal patrocinador, porque venía en representación de la empresa con la que trabajo en Canadá, pero ellos no llegaron por el covid, me pongo en la fila, casi de primero, volteo la esquina y de frente tengo la alfombra roja para mi, me lanzo junto a la crema y nata del porno mundial, me disparan fotos de todos lados, se me sube la adrenalina, pienso, luego de esto ¿Qué?
Entro, me dan la mejor mesa de todo el Palladium, llegan cuatro de las mejores modelos de la empresa en la que trabajo, unas de Rumania, otras de Estados Unidos, otras sabrá Dios de donde y luego de tomarme cuatro ginebras anuncian que ganamos a mejor Content Site y por primera vez en mi vida recibo un Xbiz, doy mi discurso, me bajo y pienso, valió la pena.
Desde que me acuerdo he vivido en torno al placer, soy una dopamina caminando y creo que no quiero dejarlo, es mi mundo de fantasía que yo mismo me he creado y me niego volver a la realidad.
Salimos borrachos, nos mueven a la entrada principal, al final todo el mundo se habla a centímetros de distancia, como si el covid no existiera, nos montamos a un carro de una de esas actrices medio ebria y nos arrojo en el hotel para terminar en medio de una fiesta de borrachos premiados en la suite del hotel.
Se alza el sol en Hollywood y como tomé tanto no se ni donde estoy, revisé mis historias, están decentes, han estado peor, en peores estados de destrucción, estoy impaciente, intranquilo, feliz pero es como si me faltara una pierna, porque aún no me acostumbro a dormir sin ella, ¿sin quien? Sin ella, no se quien, pero ella, la que justamente ahora no existe pero desayunando se quita.
Me voy a adelantar al futuro de esta historia, me saltaré los pasos, me iré a Tulum, de pronto, sin preguntarle a nadie, a verme con ella, para saber si existe… La conocí en Vegas, y quiero que venga a mi mundo, justo a Medellín, pero no va aser facil… Este libro ARDE